¿Beatriz Jaén siente pasión por los trenes, los odia o ni fu ni fa?
Me encanta viajar en tren. Es un momento perfecto para leer, escuchar música, observar el paisaje…
Los trenes también tienen un halo romántico para los contadores de historias. ¿Algún recuerdo especial?
¿Besarse durante horas en el baño de un tren camino de Lisboa es romántico? ¡Ahora solo me viene a la cabeza ese recuerdo!
Dirige una pieza de Joan Yago llamada “Breve historia del ferrocarril español”.
Es un canto a la memoria política de esa parte importante de España que lleva luchando desde el siglo XIX contra la corrupción asfixiante y el manejo injusto de las instituciones por parte de muchos políticos, empresarios y, también, aunque haya quien no quiera oírlo, de muchos miembros de la Casa Real, empezando por los mismos reyes y reinas. Esta obra no esconde nada; al revés, desgarra las falsas apariencias y nos invita a mirar al pasado de España de una manera muy distinta a como lo hemos hecho siempre.
Dice el autor que es una mirada al origen del capitalismo en España y a su estrecha relación con la familia real…
El desarrollismo español del siglo XIX y el negocio empresarial que hubo detrás no se pueden explicar sin mencionar nombres como el de la regente María Cristina de Borbón, Fernando Muñoz, José María de Salamanca y Mayol o la reina Isabel II. La ambición y el ansia de algunos empresarios ha casado muy bien con el afán de casi todos los Borbones por hacerse con una buena hucha. Y la situación actual habla por sí sola.
También dice que esa mirada es burlona, política, pero, sobre todo, fascinada, incrédula e, incluso, escandalizada.
La mirada es, sobre todo, de sorpresa, porque cuando te adentras en la historia de España y ves que, hablando de la corrupción y el tráfico de influencias del siglo XIX, estás hablando exactamente de la misma ‘basura’ que ahora, no puedes nada más que llevarte las manos a la cabeza y preguntarte: “¿Cuánto tiempo más vamos a estar aguantando esto?”.
¿Alguna respuesta?
Espero que no haya respuesta y que todos los escándalos que nos sobrevengan provoquen una crisis en nuestra percepción del mundo. Anne Dufourmantelle habla del escándalo como un acontecimiento que debería ser capaz de generar un espacio de pensamiento nuevo. Un espacio, dice ella, que se le gane a la barbarie, es decir, a la indiferencia.
¿Cómo es su propuesta de dirección?
Vamos a ver a dos mujeres apasionadas de la historia contándonos la interesantísima relación que hay entre la construcción de la red ferroviaria española y la corrupción dentro de la familia Borbón. He puesto el acento en las dos actrices, pues, como dos especialistas en el arte de contar, tendrán como objetivo guiar al espectador a través de este trepidante viaje que no va a dejar indiferente a nadie. Será a través de este arte de contar y del compromiso con el rigor histórico desde donde aparecerá la parte de la propuesta más desenfadada y divertida.
¿Quiénes y cómo son, brevemente, los personajes que habitan esta historia?
Son mujeres. Mujeres estudiosas, amantes de la verdad; y mujeres corruptas, amantes de la estafa y el dinero. Investigadoras jóvenes y apasionadas que hablan de reinas fiesteras y ladronas. Me interesa hablar de las múltiples caras que puede tener cualquier mujer, y el gusto que da ver eso en escena. Ver a dos mujeres hablando de otras mujeres, y ver como todo, desde los aspectos más loables hasta los más repulsivos, se hace carne en ellas.
¿Cómo ha sido el trabajo con el autor y con las actrices Paloma Córdoba y Esther Isla?
Con Joan ha ido todo genial desde el principio. Me ha dado toda la confianza para trabajar a mi manera, adaptar su texto para dos actrices y llevar a escena el espectáculo que soñé cuando leí la obra. De las actrices, ¡qué decir! Hemos trabajado sin descanso y nos lo hemos pasado como enanas. Formamos un equipazo.
Directora, actriz, dramaturga… ¿Necesidad o inquietud?
¡Ambas!
Lleva años aprendiendo el oficio al lado de uno de nuestros grandes hombres de teatro, Alfredo Sanzol. Es una escuela…
Soy una afortunada de la vida, la verdad. Alfredo es una inspiración constante. Vive de manera creativa y eso se contagia. Estoy deseando que nos sumerjamos en su próxima obra, “Fundamentalmente fantasías para la resistencia”.
¿En qué más anda Beatriz Jaén?
Ando como actriz en la que para mí es una de las mejores obras de los últimos años, Cluster, con la que volvemos a exlímite en octubre. Y también ando como directora en una obra maravillosa del autor escocés David Greig, que se llama Yellow moon. La balada de Leila y Lee. Estoy muy feliz con este montaje y espero que lo podáis ver muy pronto en algún teatro de Madrid.